miércoles, 20 de julio de 2011

Cuando el rio suena



Exceptuando a la mayoria de los politicos, por regla general todos somos hijos de mujeres decentes y respetables, sin tacha, que a punta de esfuerzo y sacrificios lograron sacarnos adelante. Estoy seguro que quienes tenemos madres costeñas, tuvimos que padecer durante la adolescencia, los examenes mas rigurosos al momento de presentar ante ellas a nuestra novia o al novio en el caso de las mujeres; nos tocaba aceptar miramientos, señalamientos y criticas acerca del tipo de ropa que usaba la (el) desdichada (o), el corte de cabello, la forma de hablar, su contextura fisica, el grado de estudios de sus padres, abuelos y vecinos, capacidad financiera, numero de hermanos y barrio en el que estaba domiciliada (o). Todo eso solo para permitirle la entrada a la casa para poder darle unos besitos publicamente y sin el riesgo de un atraco en un callejon oscuro solo por querer tocar un poco mas alla.

Todos estos aspectos propios de un inquisidor medieval quedaron grabadas en nuestra memoria y nos hicieron mirar todo con desconfianza, con un sentido mas critico, igual las madres casi siempre tienen la razon ,mas alla de lo que nosotros mismos estemos dispuestos a aceptar. Ahora, ¿donde quedo nuestro sentido critico cuando llegamos a la adultez? a los pretendientes de nuestras hijas y sobrinas los tratamos como si fuesen miembros de Al-Qaeda y nuestras hijas las torres gemelas, pero ¿que pasa con todos aquellos que pretenden un sitial de honor en la administracion publica?, ¿porque con ellos no somos igual de estrictos y cautelosos?, ¿donde esta nuestro deber de vigilar los dineros y recursos publicos?, ¿dejariamos tambien que cualquier persona se coma a nuestras hijas y sobrinas, sin pretender mas que pasar un buen rato? 

Mientras en Bogota, Medellin o Cali, los ciudadanos se procupan por conocer, ademas del programa de gobierno del candidato a una corporacion publica, los origines, las amistades de las que se rodea, su historial familiar, los apoyos politicos que hacen parte de su campaña, en fin,  lo minimo para estar tranquilos, en Cartagena la gente sigue votando para agradecer el puestico, la O.P.S que el candidato le consiguio o sencillamente por que es el nombre que mas le suena.

No preocuparse de las personas que aspiran a gobernarnos es como llevar a la casa de nuestra madre a una prepago ninfomana y ladrona, desconociendo completamente su pasado y presente, y creyendo solo en nuestros nublados sentimientos 

PS: ¿Podra explicar Juangui Gossain que hace abrazado con un ex-senador firmante del pacto de ralito y vinculado a la parapolitica como William Montes?

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