lunes, 30 de mayo de 2011

¡¡Asi cualquiera!!



Siempre he admirado a la gente con vocación. Me refiero a esas personas que desde muy temprano tienen claro que hacer con su vida y ponen todo el empeño y el tesón enfocando todas sus energías en esa única área. De esta forma nos encontramos con personas que por estar correctamente encaminadas, se destacan en los campos que escogieron para expresar día a día aquello que les brota naturalmente desde las fibras mas internas de su ser, transformando su entorno la mayoría, y el mundo algunos otros, con sus actos llenos de compromiso y calidad en lo que desempeñan.
Pero también resulta de lo mas común encontrar a hombres, mujeres y hasta niños, desfilando por la vida sin tener ninguna claridad acerca de sus actos o del proyecto de vida que siguen como zombies, desconociendo que quizás su trastabillar permanente obedece a estar en el lugar equivocado pero sobre todo haciendo las cosas equivocadamente, no solo por desconocimiento sino por falta de vocación para realizarlas correctamente. 
Era usual cuando yo era niño, escuchar a los demás vecinitos que íbamos con nuestros padres a que nos motilaran donde el señor Víctor Amor, en el centro de la ciudad amurallada, decir lo mucho que les gustaría ser peluqueros al crecer. O médicos como el Dr Pomares o el Dr Ordosgoitia, en fin, los ejemplos abundan.
Desde hace muchos años los Cartageneros y visitantes de otras regiones que se han quedado definitivamente en nuestra ciudad, hemos presenciado con desconsuelo como personajes de toda índole abarcan y ocupan lugares y escenarios publicos y privados, careciendo del mas mínimo atisbo de talento o vocación para ello: Así, observamos desde actores de television (todavía recuerdo a Jaider Villa, Naren Daryanani o Lincoln Palomeque, por dar pocos ejemplos), cantantes (Fanni Lu, Juanes, o el incomprensible caso de Jerau: sin talento, sin voz, sin letras, sin música...) , políticos (Jesús Puello Chamie, Giovanny Meza, Alberto Barboza, Andrés y Frank Ricaurte, José Ricaurte... la lista seria infinita), periodistas y presentadores (Vicky Davila, Calero, Jota Mario, el padre Chucho, Hernan Orjuela, Cesar Augusto Londoño, Andrés Marocco...). Todos tienen en común lo antes dicho, pura y simple falta de talento y vocación. Varios han recibido premios y reconocimientos, pero en un país en el que el pseudo escritor Santiago Gamboa gana un premio de novela sin saber escribir y Jaider Villa gana un concurso de actuación sin poder hilvanar dos palabras, y con una expresión corporal digna de la india Catalina,  merece todo mi escepticismo al respecto.
Sin embargo, todas las personas que utilice de ejemplo, tienen otra cosa en común, y es que todos llevan años desempeñandose, mas mal que bien, en sus respectivas areas, y la gente los identifica por ello.
Al preguntar en Cartagena por Campo Elias, todos con unanimidad responderan que se trata del famoso locutor radial del noticiero popular. Hasta ahí estamos de acuerdo. Estoy seguro que ningún Cartagenero me hablarà de sus virtudes comunicativas, ni de sus memorables conclusiones filosóficas acerca de la vida y el mundo, mucho menos de los aportes que como buen ciudadano ha hecho en beneficio de la ciudad. Lo dudo. No podrian. Y no podrian porque carece de todas ellas. Un comunicador (recién graduado) que solo se hizo destacable por su ramplonería y vulgaridad utilizando los micrófonos de una emisora local, deja claro con lujo de detalles lo afirmado arriba, sin embargo,  y a pesar de mi propio parecer, es sin lugar a dudas este estilo vulgar y popular lo que ha determinado su vida y obra a lo largo de los años, es para esto, para bien o para mal, para lo que tiene vocación.
Pensar que el haber conseguido migajas para mi pueblo, desde la cabina de una emisora, a través de amenazas y bullas, sacando provecho para si mismo y para su familia (¿o no Egla Teheran?) lo faculta para dirigir los destinos de mi ciudad, francamente me da escalofríos. Aplaudo con fiereza y promuevo desde aquí la participacion en política de las clases sociales menos favorecidas, pero no se puede dejar de lado la preparación y la capacitacion correspondiente para poder afrontar dicha labor. Los egos y vanidades no pueden ser motivadores de campaña alguna (no es indirecta Juangui). Y como dice uno de nuestros lectores mas asiduos: popularidad no es sinónimo de calidad o capacidad, y mucho menos de liderazgo.
Seria intolerable que se repitiera en Cartagena lo acontecido en Bogota con el concejal lucho el lustrabotas, o en Cali con el archifamoso locutor Jhon Maro Rodriguez, cuya gestión fue tan horripilante que después de 8 años los caleños aun no logran reponerse de tal descalabro. A pensar con la cabeza mis paisanos.


Facebook: La Verdad Pelada.

6 comentarios:

  1. El problema mas profundo de todo esto es el hecho de que este payaso de campo elias es el que se va a quedar con el puesdo de la mariamurrata....es decir que vamos de guateMALA para guatePEOR....

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  2. Entonces quien podra gobernar, si mas valen miles de politicos corruptos, que un comunicador sin pelos en la lengua,cualquier persona con capacidad lo puede hacer, lo malo es que los de la olla podrida no lo dejaran gobernar ( los corruptos).

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  3. Señor capolla por que no hace un articulo referente a la porqueria mas grande de este pais, el corruptisimo alvaro uribe velez, el tipo mas sadico, cinico y sin verguenza de todos los tiempos.

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  4. campo elias es buen locutor pero el estilo que pregona como candidato mueve las masas, los pobres que son mas en esta ciudad, pero esa es la persona con la capacidad de sacar esta ciudad adelante? pues yo no creo miremos el mañana con fe solo queda eso

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  5. Esta ciudad aún carece de madurez política, tenemos la falsa creencia de que nuestros "Amigos incapaces" pueden trabajar por esta ciudad. Estoy de Acuerdo con una propuesta sobre una propuesta de proyecto de Ley, acerca de que para los cargos de elección popular deben tener como pre - requisito, la evaluación personal y académica (no de conocimientos científicos), conocimientos mínimos que debe tener un mandatario para administrar una ciudad, o por lo menos una preparación previa, sea un Diplomado o curso intensivo dependiendo del municipio o Departamento a administrar. Los casos mas penosos se han visto en nuestra ciudad y nuestro departamento, con nuestra hermosa Alcaldesa, infortunadamente llena de buenas intenciones, pero de malos asesores, que han traído en muchas áreas de nuestra administración un atraso y un desastre administrativo a mi parecer cáotico, solo uno o dos funcionarios de su gabinete han contado con muy buenos asesores sin importar su tendencia política, pero por lo demás es triste que la actual administración de Cartagena, haya ido desplazando poco a poco el mérito por las amistades y compromisos políticos, (para nadie es un secreto, que esposas de políticos e hijos de periodistas y abogados de influencia se encuentran trabajando para el Distrito y no precisamente por sus altos conocimientos, si no por la tradicional palanca, sumiendo a esta Ciudad nuevamente en la ineptitud e ineficacia. Ojalá que para las próximas elecciones veamos no la popularidad o los falsos idealismos, si no la capacidad de administración de los candidatos y no nos llevemos decepciones tan desagradables como la de nuestra actual alcaldesa, por que no solo es mal administrador el que no tiene la capacidad de hacerlo, si no también aquel que delega en INCAPACES, la confianza de administrar lo que no pueden, como es el caso de los Secretarios de Despacho, los cuales son las nubes negras de esta Administración, puesto que no han dejado ver el sol de las buenas intenciones de la Alcaldesa. No queda mas que concluir que quien tiene el poder y buenas intenciones es tan incapaz como aquellas personas a las cuales ellas delega cuando esas personas impiden la realización de sus fines.

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